COLOMBIA: Celebración de los cien años de evangelización en el Vaupés
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14-15 de agosto en Montfort-Papuri
16 de agosto en Mitú
Un grupo de cinco cohermanos: Mons. Alberto Rozo, obispo emérito de Puerto Gaitán, los padres Santino, Gonzalo, José Luis y Rafael tuvimos la gracia de viajar al Vicariato Apostólico de Mitú, Vaupés, para participar en las celebraciones del centenario de evangelización de esta tierra junto a los indígenas de la región. Evangelización comenzada por los misioneros Monfortianos franceses y holandeses que trabajaron en estas tierras colombianas durante 36 años (1914-1950) con pasión, sacrificio, entusiasmo y, muchos de ellos, dando incluso su vida. Los padres Pierre Baron y Humberto Damoiseaux llegaron al lugar donde el río Cupín entra en el río Papurí, justamente el 14 de agosto de 1914 y celebraron la primera eucaristía el día 15 de agosto, fiesta de Nuestra Señora de la Asunción.
Para todos nosotros fue una gran emoción llegar justo el 14 de agosto a Montfort, el primer caserío fundado por los Monfortianos con los indígenas tucanos y ser recibidos por todas las comunidades indígenas del Papurí con pancartas en los que aparecían los nombres de todos los misioneros que trabajaron acá: Pedro, Humberto, Andrés, Clemente Humberto, Pedro Kok, José Raúl, Martín, Antonio (muerto dos días después de su llegada), Guido, Gerardo Golstein (quien murió durante el viaje), Emiliano, Alfonso…
El antiguo prefecto apostólico de esta Iglesia local, Mons. Belarmino Correa, dio cinco características de nuestros cohermanos pioneros de la evangelización: 1. Eran hombres de Dios, 2. Vinieron para quedarse (encarnación), 3. Aprendieron las lenguas de los indígenas (inculturación), 4. Tradujeron el evangelio y el catecismo en esas lenguas, 5. Transmitieron la fe a los adultos para hacer que ellos pudieran transmitirlas a los jóvenes y niños de memoria y por tradición como lo hacen en su cultura.
El 16 de agosto tuvimos la celebración en el Mitú con el actual obispo, Mons. Medardo, otros dos obispos, Mons. Belarmino y Mons. Alberto, nosotros y un nutrido grupo de misioneros javerianos de Yarumal que después de 1950 asumieron esta misión para continuar el camino de evangelización y de desarrollo de estos pueblos del Vaupés.
¡Cuántas personas mayores se acercaron a nosotros para contarnos como sus abuelos les habían hablado del trabajo misionero y social realizado por nuestro pioneros!. Pero tuvimos también la gracia de contar durante todo este recorrido con la presencia del padre javeriano Manuel Alorza, de 93 años, quien es un testigo privilegiado de todo este camino puesto que él estaba presente cuando los Misioneros Javerianos de Yarumal vinieron a relevar a los montfortianos y nos contó el sufrimiento de nuestros cohermanos al dejar esta misión junto a los indígenas del Vaupés.
Juntos dimos gracias a Dios por el testimonio de nuestros cohermanos pidiendo al Señor que esta pasión por la misión evangelizadora entre los pueblos más pobres y alejados pueda animar también las nuevas generaciones de la Compañía de María.
-P. Santino Brembilla smm
Superior General
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